El cubo de Moneo

19, Xuño 2021

Ésta pretende ser una contestación al copenauta que pretende defender el proyecto de construcción de un albergue anexo al monasterio de Osera.

En su exposición de motivos argumenta que se ve en la olbigación moral de pedir que se le de una oportunidad al director de la obra para defenderse.Y es aquí en donde incurre en una radical falacia. El director del proyecto no ha tenido hasta la fecha ninguna traba para "defenderse", y tampoco  tiene que "defenderse" de la opinión generalizada de que esta obra, que tiene forma de granja humana, anexa al Monasterio de Osera es una aberración.

Continúa aseverando que esa opinión generalizada es una opinión carente de criterio, cuando salta a la vista que es una construcción que no guarda armonía, ni espacial ni estructural con el monasterio, y que por su proximidad, es una obra que hace saltar alarmas con esa posible doble vara de medir de Patrimonio.

Se habla de atentado contra el monasterio, y espero responder satisfactoriamente a su pregunta retórica, porque esa chapuza no pega ni con cola. No hay que ver más que las dimensiones amorfas de este canibalismo urbanístico con respecto al monasterio. 

Otro de los argumentos para intentar acreditar la "falta de criterio" de la opinión generalizada es que el arquitecto tiene una dilatada experiencia. Por esta razón le dejo la fotografía de la ampliación del Museo del Prado, conocida coloquialmente como "el Cubo de Moneo". Es un hecho objetivo que Moneo es uno de los arquitectos españoles de más reconocido prestigio a nivel internacional. Y es un hecho cierto, que esta ampliación recibió críticas mucho más severas que lo que para mí es un gallinero humano anexo al Monasterio de Osera. Esta ampliación gozaba de todos los permisos, es mucho más armónica tanto espacial como estructuralmente, y no por ello dejó de sufrir críticas durante los años de su ejecución y posteriores. Por lo tanto, mucho cuidado con intentar echar por tierra las opiniones tildándolas de carentes de criterio, cuando salta a la vista que gozan de todo el criterio y el sentido común. La opinión pública no puede ser tapada con la opinión de cuatro presuntos expertos, cuando la obra es tan aberrante que salta a la vista.

Y ya no le digo nada cuando dice que esas opiniones lo que pretenden es echar por tierra el trabajo ajeno. Es una entelequia de tales dimensiones, y tan descarada, que cobra el estatus de solemne estupidez, por lo que no voy a ahondar más en ello.

Todos mis respetos por el anterior copenauta que expresa una opinión tan válida como la mía. Todos mis respetos por el director de la obra, del cual no dudo de su dilatada experiencia y su estimada valía. Pero mi opinión, y creo que compartida por una inmensa mayoría, es que esa obra es una monumental chapuza.